Talía y Rodolfo deciden apuntarse a un gimnasio ultramoderno con nombres de clases de los que provocan un esguince en el cerebelo, cegados por las redes sociales y el culto al cuerpo al que irremediablemente nos empujan, para conseguir mejorar su físico, pero sobre todo su vida social. Allí conocerán una fauna de personajes, que lejos de motivarles les harán la vida imposible hasta el inesperado y cómico desenlace final.

EXTRA DE CHOCO sitúa la acción en uno de esos gimnasios que cual setas aparecen cada año y que luego cierran más rápidamente aún porque antes de que acabes de formalizar la matrícula ya se han quedado anticuados. Sumergidos en el culto al cuerpo y esclavizados por las redes sociales y por aparentar ser mejor de lo que somos, y sobre todo más jóvenes, decidimos poner la lupa en uno de ellos para observar qué personajes lo habitan. Talía y Rodolfo se apuntan a uno de estos centros maravillosos para mejorar su salud, pero, sobre todo, su vida social. Es lo que se lleva y por lo visto si no estás en uno no eres nadie. Y si además conoces a gente…, ¿Cómo resistirse a tantos beneficios? No hacía falta más. Pasen y vean.

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